En Eslovenia hay muchas oportunidades en el mercado de las energías renovables, la eficiencia energética y la tecnología respetuosa con el medio ambiente. Tres empresas austriacas lo reconocieron: KWB – Kraft und Wärme aus Biomasse GmbH (calor y electricidad a partir de biomasa), Danfoss Ges.m.b.H y Thermaflex. Juntos pusimos en marcha un proyecto piloto conjunto para una microrred que utiliza biomasa en Hoce.
Red de biomasa en Hoce
El poder de las microrredes
Objetivos
El objetivo principal era combinar nuestros conocimientos e introducir una solución completa para el suministro de microelectricidad y calor. En este mercado es cada vez más importante que todas las partes interesadas estén bien coordinadas para lograr el mejor resultado posible para los clientes. Además de una coordinación eficaz, una gestión cualificada del proyecto sería la clave del éxito para crear una microrred eficaz y sostenible para las necesidades energéticas locales.
Para garantizar la eficacia del sistema de calefacción local, había que cumplir requisitos técnicos especiales, sobre todo en la distribución del calor. La flexibilidad fue el factor clave para garantizar una instalación sencilla, fluida y rápida.
Proceso del proyecto
Las microrredes se están convirtiendo en una forma eficaz, barata y limpia de satisfacer las necesidades energéticas locales. Los costes asociados a la dependencia de combustibles fósiles como el petróleo y el gas han llevado a un mayor uso de los recursos nacionales para la producción de energía. Esta dependencia se elimina con redes domésticas que utilizan en su lugar energía sostenible. Así que el equipo de construcción de la nueva «Pizzeria Pri Siničevem mlinu» decidió calentar el edificio utilizando energía procedente de la biomasa y conectando a los vecinos a la red de calefacción.
En el sótano de la pizzería se instaló la estación de calefacción de la microrred y un depósito de astillas de madera. Se utilizó un KWB Powerfire con una potencia de 300 kW. Entre la caldera y el distribuidor de calefacción se instaló una batería con tres depósitos de almacenamiento de 2.000 litros. Un instalador local instaló la microcentral eléctrica completa, controlada por las condiciones meteorológicas.
La red de calefacción propiamente dicha constaba de cinco partes la línea de suministro de calefacción urbana para las casas vecinas con un total de 240 kW y un nivel de temperatura de 85/65° C (consistía en una tienda de animales conectada con 160-170 kW, un edificio de viviendas con 25-30 kW, una segunda casa con 20 kW y de cuatro a cinco casas más previstas), el circuito para la pizzería con 25 kW y un nivel de temperatura de 75/55° C, un círculo de 25 kW y un nivel de temperatura de 75/55° C para un apartamento situado en la planta superior de la pizzería, el circuito de la caldera con un depósito de agua caliente de 300 l y un ramal de reserva.
Resultados
Como el propietario de la pizzería también trabajaba como agricultor con un bosque propio, pudo fabricar y suministrar la biomasa necesaria en forma de astillas de madera. Para toda la red, el consumo anual fue de unos 450 m³.
KWB puso en marcha el proyecto en noviembre de 2008 y en diciembre del mismo año ya había empezado a suministrar calefacción. En los tres o cuatro primeros meses podrían venderse 110.000 kWh de energía barata a los usuarios locales.